martes, 17 de septiembre de 2013

BERLIN : ESTERA DE TERAPIAS SEXUALES SIN RESOLUCIÓN PREVIA

Inusual no es, ver como en el sector " Montaña Hermosa "(Schöneberg) de Berlín , desfilan cuerpos en cueros a las 10 de la noche con o sin pasantes que arremeten contra ellos , que les grites o les denigren por esta particular permisología prusiana, por ello en la ésta capital, cada sector tiene su particular manera de  de absorver la realidad. Existen sin embargo "homosexuales intolerantes", suena raro , pero no lo es, criticar o reírse de otras maneras de ver o aceptarse el mundo propio y lleno de frustraciones son quizás algunas causas, las otras son la familia , religión y el crecimiento propio o no de cada cual. Las filosofías  de vida de unos pueden interpretase con otros puntos de vistas diferentes y sin aceptación alguna. No todo es obvio ni claro, ni por se homosexual no se es racista, intolerante hacia otros homosexuales , sino hasta "HOMÓFONOS HOMOSEXUALES", de hechos existieron y existen aún muchos, algunos dejan pasar el tiempo y se esconden bajo la mejor tutela que se le ofrezca por vida. He visto, escuchado y hasta discutido como cada cual tiene sus predisposiciones hacia alguien que no le agrade y busca entonces inyectar veneno rosa o pastillas de escándalo para propiciar atención clara.
Alguna vez un compañero de la universidad me replico: "no pensé que fueras "inteligente". Ese comentario clasista, racista e ignorante sobrevive en aras de ésta actualidad que tenemos. Nadie quiere dejarse descarnar por pretenciosas formas y maneras, todos queremos ser en un momento "flor de mesa" , como adorno o como prenda de análisis consecuente.
En Berlín viven 4 millones de habitantes  que circulan entre metros, bicicletas o carros, trabajan por horas o con contrato en diferentes horarios , pero respiramos el mismo aíre y la circulación de sangre sigue siendo humanamente igual, unas con nacimientos lejanos, otras con coagulaciones irresponsables sin aceptar el lugar, el espacio, ni siquiera la vida transcurre aquí sino a miles de kilómetros, es como estar físicamente presente y mil veces ausente.
Desde que llegué aquí aprendía vivir del presente, sea cual fuese, sin violaciones hacia la vida de otros que no conozco y de hecho sería inútil describir como mí hoja de vida. Nos agradan los halagos , pero rechazamos opiniones diferentes sino entran en nuestra definición, viendo el Intenet pasar , sus contenidos infinitos son un espectro abierto , como las miles de galaxias que buscamos , como repuesta a nuestra egoísta existencia.
Los trapos desmembrados de la arrogancia en sublimes corte de cabello, personifican  huellas perdidas de un Homo Sapiens alejado de la simple manera de conversar y dejar el hambre sexual como postre exquisito de supervivencia mundana, son reparos mezquinos, olvidando que palabras vociferamos con cada personaje que desfile y perdemos el transporte de por vida, viendo como otros se encuevan en sus vitrinas de cristal roto, con apariencias de brillo superfluo y pedante.
Vivir en Berlin, no es estar 24 horas en ritmo consecuente, es absurdo, nadie en ningún lugar del mundo deja tonos diferentes en su música o se entrelaza con su sofá sin extensión medida. Los pájaros si le tiran a las escopetas y los monos somos todos los ofendidos, pensando que evolucionamos un centímetro de clara definición inteligente , con digitales mentalidades que simplifican los instantes y minimizan los 60  minutos de un reloj. Esta ciudad es el paraíso no programado de los especialistas y el infierno mejor descrito por un cristiano o religioso, es una tubería rota de avisos que se cambian cada día, deambulando cruces, aceras, negocios, llamadas infortunadas, gritos contenidos por la ausencia de una pareja. Es cruelmente asesina de espermatozoides en constante movimiento  y sin ninguna responsabilidad adquirida. Es fuente de amargura para los que pedalea sus cerebros a mil por hora y sobrepasan la ternura del cielo evaporado por cigarril
los de marihuana que tranquilizan al pasante husmeador .

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