domingo, 10 de mayo de 2015

NI MAE NI PAE

Crecí con sabor a radio, iniciando mi salida hacia la Escuela Pedagógica de Barranquilla,  los lápices de marca Farbe olían a madera y los cuadernos debía estar forrados en plástico de colores diferentes, mis zapatos Croydon debían ser usados por año, y mi merienda de recreo era hecha en casa, nunca bebí Coca cola ni bebidas gaseosas, porque en casa se hacía diariamente jugos de piña, de mango guanabana o papaya.
Radio en sintonía desde la seis de la mañana era mi diversión y escuchar la Sonora Matancera, Toña La Negra u Olga Guillot me despertaban entre los mataratones y el calor de 30 grados con Pega Egga me levantaban hasta llegar a la calle 72 con carrera 40 se abarrotaba de buses de madera el insoportable olor a gasolina, mientras los maestro se preparaban para ausentarse y manifestarse contra el gobierno y nos quedamos  jugando en el inmenso patio tropical  de una institución pública que aún recorren con sus olores mis recuerdos...

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