miércoles, 23 de enero de 2013

CINCO MINUTOS PARA MORIR

Caminaba como pocos lo hacen entre la nieve, revuelta hoy por las arenillas , en un parque que esconde cenizas de esqueletos atrapados en un tiempo liquidado por la histora de dos naciones y una GUERRA FRÌA, detrminada por otros países que dividían a Berlín. Una isla sin fantasías y con miedos por vivir, dejándo una afinación por el pasado sin olvidar el presente.

 sonidos y   pasos eran una canción interpetada para la sapiencia curiosa y las líneas imaginarias , personas ausentes, soldados desaparecidos , labios sin besar y otros besados sin recuerdos, sudados, enfriados, sin bebedias calientes que ofrecer, son ojos despiertos por 24 horas sin cerrar su futuro. Personas que dejaron con sus miradas sus momentos por vivir, sus futuros en una "imortalidad de cangrejo" que nunca fue.

Minimizaión de  palabras ordenadas,  piedras sin lanceros,  luz solar reflejada en rostros azotados por iniviernos primaverales o veranos invernales. peticiones idelógicas sin lógica, potenciales de humanos reducidos a unos avisos sin café ni té, muchos menos pan y muchos lotes de almacenamientos que hasta hoy existen en el occidente de una isla que nunca acaba de terminar se , ya que no ha comenzado a verse ensí misma y se deja coquetear por las impresiones de otros que la adulan.

Hoy decidí lo indeciso, lo estático y de minerales perfumados por la humedad de la nieve que esconde y esconde mis vitales arterias de sentidos desapropiados para éste lugar. Sin números , sin placas, llena de graffitis presente y cambaiantes,  en dónde una historia tiene mayoría de edad y vejez al mismo tiempo.


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