Èsta centrifuga mezcla de ruidosidad y tranquilidad plena, confizca el corazón de cualquier visitante o habitante, por su caos ordenado, por sus calles llenas de personas venidas y en desiguales partidas. Sitios que se borraron por la dictadura nazi y sólo se recuperán cuando el humano comprenda su similitud sin radiales ,ni facturas llenas de culpas, sellados por la amargura ,la moustrosa manera de destruír lo existente por lujoriosas individualidades enfermas que aún permanecen en la actualidad alemana.
Entre fotos instántanes nos paseamos entre el pasado con otros colores ,con otro presente, con etiquetas y desprobios que aún tienen vigencia entre generaciones maltratadas por la ausencia social de un estado que a veces es omnipotente y manipulador, acercándose menos a la VOX POPULI y reduciéndose a un grupo mínimo.
Berlín fotografía su detalles entre pensamientos de una nación que aún no es capaz de entenderse a sí misma, quizá un camino peligroso en éstos tiempos en que la radicalización de muchos grupos nazis rodea la Comunidad Europea bajo el manto poco transparente de una heteroridad pasteurizada por unos pocos miembros que se hacen llamar así mismos "partidos democráticos", elodados por cumbres restantes de rollos de billetes encadenados a grupos ecónomicos que deambulan desde Islandia hata el último rincón de Grecia.
Es por ello que mejor sería que Bruselas siga su camino corrupto llenode parlamentarios que no asisten a las convocatorias y que nosotros pagamos del bolsillo menos jugoso y profundo. Más dinero para la música y los eventos que la ciudad realizará en el 2012, es una iniciativa de muchos aplausos, veremos como se democratiza la repartición de dichos presupuestos , en festivales, fiestas populares y sobre todo aquello que realmente pelean por tener un espacio real con dinero fresco llegado de las ganacias alemana de "éste BOOM teutóncos ".
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