LETANÍAS DE LOS CUARENTA Y OCHO

He cumplido con mis metas, un árbol sembrado en  El Parque Nacional Waraira Repano , llamado por los habitantes de lo que hoy es Caracas, un hijo que sensibiliza mi vida todos los días, un libro ,pero para qué todos eso si no he sido féliz conmigo mismo? Yo puedo desaparecer fisicamente ahora mismo , declarando mi FELICIDAD por respirar , ver, oler , tactar y defecar lo que rechazo. No por vivir donde vivo, ya que nunca desee salir de Suramerica, Venezuela era mi paraíso estudiantil, Colombia lo rechazado por mi condición homosexual, por lo cual hice de mi exilio forzado una nave fantástica llena de mis propias historias, mis proyecciones futuras.

Hoy tengo 48 primaveras muy bien vividas y con un amor deseado durante mucho tiempo, he reído más que llorado sobre mis propias desgracias y sobre todo me he ido a la cama de otros cuando mi calentura es inaguantable, calificado por los ignorantes frustrados como SEXISTA, tapado con el acólito manto de la moral religiosa con que se mire. Pero sin haber tenido sexo hoy , no creo que me levantaría de la cama a gritarle y maltratar a la gente por mi apetito maltratado.

Alquien me preguntó si tengo una receta para vivir. Yo respondo, ser síncero consigo mismo mata cualquier duda en la vida, sentirse que todos los días NUNCA se termina de aprender lo más insignificante , de todos los seres vivientes, pero aprenderlo me tocaron 48.