jueves, 8 de agosto de 2013

LATINO MADE IN GERMANY CAPÍTULO 2

Cuando llegué a Hamburgo y el cielo de 1996 en Abril, presionaba mis oídos por la falta de ruídos, pensé que mi corazón dejaba de latir, era el choque contra el silencio reínante y germano. Vine a Alemania y espacialmente a Hamburgo, por mis culpas, por no querer repetir la historia de padre que no quiso verme al nacer, pero sobre todo por el amor a mí hijo. Había querido tener un hijo, pero no casarme y menos con una mujer. Siempre critiqué a los homosexuales latinos que arrastraban su vida envuelto en faldas, por compromisos social y yo hacía exactamente lo mismo. Mi gran excusa, mi responsabilidad marital era frustrante y sólo el bebé que llegó era mi luz, mi centro de vida, pero al final , mi corazón se apretó de tal forma que exploté y asumí mi paternidad sin miedos y siendo sincero me separé de la madre de mi hijo y conservé las travesuras de mi hijo, su explosiva niñez y su consecutivo crecimiento. Berlin se convirtió en mi ciudad y sin apuros recibí la ciudadanía que muchos desean y que a mi llegó sin afanes , ni complicaciones. No tuve que mentirle a nadie para permanecer cerca de mi hijo, todos saben quien soy y no necesito hacer telenovelas cómico-dramáticas de amores irreales. Por ello no comprendo la venta de carne latina por euros y brillantes automóviles, ni fotos sólo , en dónde mi pareja es sólo una cuenta bancaria o un boleto aéreo. Hoy son muchas(os)latinas (os) los que comparten sus camas con seres que no conocen o que no desean y creo que la frase más escuchada por mis oídos en Alemania ha sido : YO AMO MUCHO A MI MARIDO o ESPOSA, y luego de un tiempo les veo colocar los trapos al sol  y decifrar las personalidades de aquellos maridos y esposas que eran maravillosos y se transformaron en brujas y ogros . El latinoamericanico residente en Alemania  trae consigo las frustraciones de sus ego y esconde sus pensamientos por un tiempo hasta que despierta en la realidad, entendiendo quienes son los germanos. Pero creo que todo tienen que ver tambien con el desarrollo personal de cada individuo y su aceptación ante las disyuntivas de verse comprometido e indeciso ante las responsabilidades de tener una pareja. El silencio es un enemigo que acumula complicadas maneras de no "SER", cuando las cartas sobre la mesa aún tienen delirios de colores que no vemos. Los alemanes son relativamente tolerantes por "DEBER", por "PASIÒN" o por "INTERÈS al LUCIR UN OBJETO EXÒTICO , COMO CENTRO DE MESA", pero quien no muestra su inteligencia nata y aclara su procedencia como parte de su ser y no un "OBJETO SEXUAL EXÒTICO" , aclara las turbias aguas del poco entendimiento.

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