En Alemania y particularmente en el norte se queman trozos de madera espantando el invierno,éste largo invierno europeo que sin compañia puede ser peor.
Como los animales, los seres humanos cambiamos la piel dependiendo de nuestra cultura,formas de vidas,ect.
A mí, me salen alergias, comezones, pero antes que todo,duermo menos y quiero el sol sobre mí, un ropaje deseado después de tanta nieve.Los pájaros pueblan las ramas,hasta que el sol les ampare, luego se van con sus abrigos pá otra parte.El regocijo de ver la cintura de los rayos electriza a todos alrededor.Los parques empiezan su temporada de encuentros cortos y ritos emparentados con el pasado de cada quien.Pero lo mejor es ver cada día cómo las mínimas plantas se hacen presente en la fiesta popular ,llena de agua, sol y aire menos denso. Algo que los alérgicos no celebramos, por que nuestra religión no nos lo permite, sólo podemos estar cerca de árboles que no produzcan el polen que agravaría nuestra noche taciturna y pude ser más que un deseo una maldición.
Pero después de ver sonrisas por doquier,olvido las alergias y me sumo a ésta fiesta tán esperada, guardando distancia entre los polen y yo.
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