Aprecida Lucrecia Solomé:Sé que al recibir ésta misiva tu cabeza gira entre las copas que ayer metiste entre tus venas ,dejándo así las frustraciones que ameritan las juegas.
Caminado entre latas de cervezas vacias, colillas de cigarrillos apagados, voces que se alegran de ver un sol radienate , me encontré con la noticia más perversa del día.El Volcán en Islandia me atrapó en una esquina, sin respirar.
Sé que el aire es una forma que no sé vé,pero se siente, que los pulmones necesitan regularse, que mi corazón palpita con luz, con respiro ,con agua.Lo que no sé es cuando voy a terminar de aprender que equivocado estoy en pensar que el humano tiene sus tristes momentos, sus lágrimas, sus gritos.
Ayer discutí con mi marido y todo terminó, luego de aclaraciones, filosofías.com y ect en el mismo lugar que cuando un bebé arriba a éste zoológico pensante. El dolor al herir a otros , es más intenso que el dolor de cabeza común, la vida sin dos es un triste comienzo de un final sin rumbo y ajeno al mundo en que vivimos.Pero lograr salir del momento preciso y de la palabra sútil, humana, real ,es díficil, pero no imposible.
Sé que reunir cuatro hombres en una cama y esperar de ello un buen entendimiento es un "socialismo sexual y útopico "verles en sus besos proporcionados ,es mi deseo, pero no mi realidad, entreveer sus labios y recorrer sexos varoniles entre sí, es también un deseo realisable, más no compartido por mi marido que en sus celos ,me abandonó a la deriva de penes y anos que se encontaban en un lugar destinado a dejar las pequeñas y grandes frustaciones que son portadas por las homonas laboriosas para sintetizar nuestra comunión con el sexo.
Es dificil dejar mi líbido, cuando los cuerpos se atraen, pero más dificil es abandonar a mi pareja en la desconfianza , en la rabia de no sentirse partícipe de nuestro encuentro. Al final, reína el acohol, para difuminar las penas que duran en su estático lugar mucho tiempo en sicratizarse.
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