Por encima del rostro están las escamas del cuerpo, las lígeras del momento, pero tambien la vida,con su despertar infinito,con su revolver al principio, con su religiosidad dañina y humana.Seres humanos que portan la vida en su singular y particular manera de ver desde su propia ventana el resto del mundo.
La ancinedad del saberlo todo se mezcla entre todos. La verdad para unos es su verdad,pero para otros es su mentira,la cara tiene cuatro, cinco o veinte caras, el río corre en su misma dirección ,pero con diferentes pobladores dentro, muertos, vivos, por morir, por nacer.
El sol sale para todos y la luna averigua dónde está su lugar, su sombra, su refugio.
Quien rechaza tiene miedo a verse en sí, quien señala se rige por leyes humanas que interpretan las religiones.La existencia es sólo un espacio inventado junto con sus pertenencias ajenas, la vida es un período de observación que termina con dolor abstracto y la invisibilidad del rostro se transforma en algo insuperable.
El ahogo de frases es un segundo. El decir las es un minuto.El interpretarlas una hora .Pero todo puede revolverse y volver a a ser lo que queremos que sea.
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