Querida Tomasa: Lamentablemente no pude llegar a la cita programada ya que en el camino se me apereción un jóven que con su flamante simpatía me revolvió el cuerpo y el alma.
Yo se´que soy casada , que mi marido no me satisface para nada en la cama ,por lo que cualquier piropo callejero , es el reconocimiento a mi existencia.
Se llama Aaron, me invitó a tomar café a una hora apropiada, yo estaba en el centro comercial, ya que quería comprarme unos zapatos. Si, ya sé que tengo muchos, pero es como un deseo contenido que luego de la compra no me satisface el bolsillo, pero si la vanidad.Aaron es jugador de futboly entrena a muchachos que tienen problemas de concentración en el estudio escolar, algo que me hizo dejar de ser cerrada y abrirme en corazón y cuerpo. Pero me abrí más en cuerpo que en corazón y al final terminé con él en la cama. Ya sé que prometí no irme a la cama con deconocidos y menos si me gustan , por que tu me lo dijiste, luego, me enamoro y me estrello contra mi propia pared. Al final ,me recosté a su hombro, sentí su electricidad en mis brazos y mi aliento se apagaba entre suspiros casi adolescentes. El sonido de los trenes al pasar me envolvían en un extraño sentimiento de añoranza de algo no vivido.
Su rostro se enjugó con mis beos en una poltrona antigua, mientras acariciaba mi rostro, como queriendo fotografiar el momento conmigo.Tiene mi misma edad y habla mucho , es como si lo conociera, me dice que estuvo enamorado de una americana . pero ella no estaba enamorada de él y sufrió mucho. Ahora no quiero ser su paño de lagrimas, pero me invitó a salir con él y acepté.Creo que no darle una oportunidad a él y a mí sería un error, qué piensas tú, ayúdame ,por favor.....
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